Su Majestad el Rey Mohammed VI, que Dios lo asista, procedió, en este primer día del mes sagrado, al lanzamiento de la distribución de ayuda alimentaria de Ramadán en la escuela Al Fqih Sidi Mohammed Britel, ubicada en el barrio de Sidi Moussa en Sale.
Organizada por la Fundación, esta acción de gran envergadura tiene como objetivo brindar apoyo directo a familias necesitadas y personas vulnerables que viven en todo el territorio nacional. Este año, la operación es de naturaleza excepcional. Por Instrucciones Reales, un millón de hogares (o sea +400.000 respecto a 2022, de los cuales un 80 % representa la proporción de hogares establecidos en zonas rurales), es decir, 5 millones de personas, se beneficiarán del apoyo alimentario. Su Majestad también dio sus Instrucciones para enriquecer la composición de la ayuda alimentaria con nuevos productos, en particular arroz y leche UHT.
Este compromiso solidario (este aumento significativo) refleja la gran benevolencia y la constante preocupación del Soberano por los pobres, en particular en el contexto económico actual. Para esta 24ª edición se ha movilizado un presupuesto total de 203 millones de dírhams para la compra de productos (9 productos: 10 kg de harina, 5 litros de aceite, 4 kg de azúcar, 1 kg de lentejas, 1 kg de fideos, 850 g de puré de tomate, 850 g de té, 6 litros de leche UHT y 5 kg de arroz), l envasado y entrega en puntos de distribución. La financiación fue proporcionada por la Fundación Mohammed V para la Solidaridad y sus socios; el Ministerio del Interior (Dirección General de las Colectividades Locales) y el Ministerio de Dotaciones y Asuntos Islámicos.
Como cada año, el sistema de ejecución de la operación, implementado con la asistencia de Ayuda Nacional, las alcaldías y las autoridades locales, está sujeto a controles, en particular a nivel de dos comités, uno local y otro provincial, que aseguran en el terreno el seguimiento del abastecimiento de los Centros de Distribución, la identificación de los beneficiarios y la entrega directa de víveres. En cuanto a la identificación de jefes y representantes de las familias beneficiarias (1.000.000 de las cuales y 77% provienen de zonas rurales), está sujeta al trabajo de campo realizado por las autoridades locales. Permite evaluar sus condiciones de vida y establecer su situación actual a partir de criterios socioeconómicos de precariedad.